Mitjà: El portal de la economia social
Titular: Cuando hablar de “cuidados” en la empresa es revolucionario
Data: 23 Març 2021
La gratuïtat de l’excel·lència
Cuando hablar de “cuidados” en la empresa es revolucionario
A lo largo de los siglos las mujeres que iniciaban los primeros pasos para emprender eran ridiculizadas o simplemente censuradas. La historia de las emprendedoras está llena de pulsos. Hoy esos pulsos continúan, principalmente centrados en el cómo: cómo se construye empresa y cómo se mide el éxito. Las cosas han cambiado mucho, pero sigue siendo revolucionario hablar de cuidados en los negocios.
En el pasado, la única fórmula de las mujeres para emprender era quedarse viudas y hacerse cargo del negocio familiar. Aunque las empresas nunca serían de ellas, sino de sus difuntos maridos. Prueba de ello son las primeras mujeres impresoras, que debían firmar los libros que salían de sus imprentas como “La viuda de…” para no perder la reputación. Pero siempre hubo alguien que iba rompiendo los techos y en España se llamó Juana Millán: En el año 1537 se publica el libro Hortulus passionis, que por primera vez en la historia lleva en el pie de imprenta el nombre de una mujer: In oficina que dicitur de Iuana Milliana.
MUJERES QUE SOLO BUSCAN «LLAMAR LA ATENCIÓN»
El espacio de la mujer, no ya en el mundo laboral, sino en el mundo de los negocios se ha ido conquistado pulso a pulso. Uno de esos pulsos que merece ser contado es el de Luisa Rosado, una matrona del siglo XVIII a la que los tribunales le impidieron colgar un cartel para ofrecer sus servicios por cuenta propia. El gremio al que pertenecía, repleto de médicos varones, aludía a su “poca instrucción”, “ridículas expresiones” y su afán por «llamar la atención»; al tiempo que reconocían a los cirujanos de la época su condición de “auténticos expertos en la materia” que “saben lo que deben practicar cuando ocurre dificultad”.
Y TRES SIGLOS MÁS TARDE…
Lo llamativo es que, aunque de forma más velada y sutil, estos argumentos resuenan aún hoy, tres siglos más tarde. La mujer ya puede tener una cuenta bancaria, dirigir una empresa, emprender proyectos… El trabajo ahora está en el “cómo”. En cómo se construye empresa, qué cosas hacen falta más allá de los números y, sobre todo, cómo se mide el éxito, tan bien definido por el mercado en términos tangibles.
Durante el último Login, o encuentro inspirador, de la VI edición de Juntas Emprendemos, que se celebró online este mes de marzo, Eli Rius, socia cooperativista de NUS cooperativa (Cataluña), lo dijo muy claro: “Para mí el éxito de mi empresa es haber construido un espacio propio, [como la habitación propia de Virgina Woolf] en el que he podido llorar durante un día entero, en el contexto de pandemia y confinamiento, y mi empresa ha sido capaz de acoger esto”, de entenderlo, de sostenerlo. “Estábamos cansadas de ser precarias, de tener un jefe, normalmente hombre, que no entendía la conciliación… Y necesitábamos cambiar”, señala Rius sobre el origen que impulsó su cooperativa.
SEGUIR LLEGINT: https://www.economiasolidaria.org/noticias/cuando-hablar-de-cuidados-en-la-empresa-es-revolucionario/