Pruebas de acceso a estudios artísticos: Diversidad y Respeto

Las pruebas de acceso en las escuelas artísticas son una parte esencial de la profesión y un momento clave para que todas las personas que se presentan puedan mostrar sus capacidades y habilidades. Pero las inercias capitalistas y patriarcales que todavía hoy existen en el sector, hacen que muchas veces este tipo de pruebas se hagan centrándose solo en los objetivos de quienes están haciendo el proceso de selección y olvidando el cuidado de las personas. En muchos casos, no solo se genera un clima de estrés para las participantes que no favorece que puedan llevar a cabo las pruebas correctamente (en detrimento de todas las partes), sino que se «pasan por alto» medidas de respeto hacia la identidad y los cuerpos de las personas.

Ante este tipo de dinámicas, se genera un gran desequilibrio de poder entre las personas evaluadas y sus evaluadoras, pudiéndose dar situaciones de abuso que sean difíciles de detectar y que dejen a las personas que están haciendo las pruebas en una situación de vulnerabilidad en la cual poner límites puede suponer el riesgo de «quedarse fuera» del proceso.

En este sentido, es importantísimo revisar como llevamos a cabo los procesos de selección para garantizar que sean abiertos, transparentes y sobre todo espacios seguros en los cuales cualquier persona pueda desarrollar su propuesta con tranquilidad, profesionalidad e igualdad de oportunidades.

A continuación, os dejamos algunas pistas que nos ayuden, por un lado, a mejorar aquellas dinámicas, pruebas o ejercicios que supongan o puedan suponer malestar para las aspirantes y, de la otra, nos permitan tomar conciencia sobre la importancia de generar un espacio amable donde todo el mundo pueda mostrar, sin tanta presión, aquello que sabe hacer. Lo hemos centrado en las pruebas de acceso a una escuela o universidad, pero muchas de las cosas que mencionamos aquí también podrían aplicarse a los castings.

Información sobre la prueba (o el casting)

  • Publicitar las características del casting o de las pruebas de forma específica, clara y detallada.
  • Ser conscientes del lenguaje que se utiliza en los llamamientos o convocatorias de pruebas y castings. El uso de un lenguaje ofensivo o inapropiado puede alejar a muchas personas del llamamiento. Del mismo modo, un lenguaje muy genérico puede no hacer sentirse incluidas a algunas personas pertenecientes a colectivos infrarrepresentados, a causa de experiencias anteriores (por ejemplo, muchas personas racialitzades han sido rechazadas en diferentes ocasiones en castings de personajes en que no se especificaba la raza, pero en los cuales inconscientemente se buscaban personas blancas).

 

Diseño y organización

  • Escoger evaluadoras: Tienen que ser personas que soporten bien la presión, que sean exigentes, pero que ayuden a crear un clima de tranquilidad que ayude a resaltar el potencial de cada persona que se presenta a las pruebas. Tienen que estar formadas en la modalidad que evalúen e, idealmente, haber tenido nociones de perspectiva de género, antirracismo y anticapacitismo.
  • Transmitir los valores que queremos que estén presentes a las pruebas: Además de tener buenos profesionales y con perspectiva interseccional, es muy necesario que las personas que evalúen tengan claros cuáles son los valores de la estructura que lleva a cabo el proceso de selección. Tenerlos integrados y aplicarlos. Si, por ejemplo, nos definimos como escuela feminista, todas las evaluadoras tienen que tener en cuenta cómo opera el sistema patriarcal y qué cosas se tienen que tener en cuenta al respecto.
  • Información detallada de las pruebas: Las personas aspirantes tienen que tener claras cuáles serán las pruebas, qué se espera de ellas en cada prueba y si habrá pruebas extras.
  • Pensar el orden de las pruebas para sacar el mejor rendimiento posible de las personas que se presentan. Por ejemplo, después de haber calentado o hecho algunas pruebas de equipo, que hacen que la gente se sienta más cómoda, la presión disminuye y puede ser más fácil hacer una presentación individual. Prever también momentos de calentamiento y descanso.
  • Inscripciones (si se tercia): Cuando pedimos datos personales es importante que se pueda poner el nombre sentido de la persona que se presenta y el pronombre con el cual quieren que nos dirijamos a ellos/ellas/elles. Esto ayuda a ponerlo en la ficha evaluadora.
  • Despedida: Una medida de cuidado y respeto es poder cerrar bien los espacios evaluativos. Hay que definir cómo cerrar y agradecer la participación de las personas aspirantes, dejar claro cuáles serán los siguientes pasos, y cuándo y por qué vías se comunicarán los resultados.

Durante las pruebas

  • Presentar a todas las personas: Es imprescindible que las personas evaluadoras se presenten y clarifiquen cuál será su rol, misión o cargo. Hace falta que determinen qué evaluarán y según qué criterios.
  • Dejar muy claro en qué momentos se estará evaluando y en cuáles no (por ejemplo, momentos de calentamiento o de desinhibición).
  • Nombres y pronombres: Cuando pedimos a las participantes que se presenten, recomendamos pedir cómo quieren que nos dirijamos a ellas y con qué pronombres se sienten representadas, para poder acoger y tener en cuenta todas las identidades de género.
  • Determinar los acuerdos o normas que regirán en este espacio y velar para que se cumplan. Esto ayuda a que sea más fácil para todo el mundo saber qué se espera de nosotres y a tener claro cuándo nos estamos saltando o no una norma. Algunos de los aspectos que recomendamos incluir son:
    • IDIOMA: Explicar previamente en qué idioma se harán las pruebas y también si habrá traducción de algún tipo.
    • GRABACIÓN: Si tenemos que grabar las pruebas para consulta posterior, tenemos que explicar la política de protección de datos. Explicar por qué estamos grabando y decir hasta cuándo tendremos estas imágenes y cuál será su utilidad (si serán de consulta interna, por ejemplo).
    • DESCANSOS: Está bien saber cuáles serán los espacios de descanso. También ayuda el hecho de que todo el mundo sepa cosas básicas de cuidados, como si en el espacio hay una fuente para llenar botellas o máquinas con comida.
    • REQUISITOS ESPECÍFICOS: Informar de todos aquellos detalles necesarios para la buena realización de las pruebas. Por ejemplo, especificar qué tipo de vestuario es bienvenido (y cuál no). Si tenemos que dar algún tipo de vestuario (chalecos, complementos…), hay que hacerlo saber.
  • Buen Clima: Recordar que lo que se busca de las personas evaluadas es que den lo mejor de sí mismas, y por eso queremos crear el mejor clima de trabajo posible. Es importante recordar que las participantes tienen un gran nivel de estrés y que crear un clima relajado (compatible con un clima riguroso) siempre ayuda.
  • Intervenciones y correcciones durante las pruebas: Es importante revisarnos y reflexionar la manera cómo explicamos las dinámicas y ejercicios, o cómo hacemos las correcciones. ¿Hablamos por igual a hombres, mujeres y disidencias? ¿Cómo se gestiona el tema de la corporalidad de las personas que se presentan, especialmente si son mujeres? ¿Hablamos de una manera constructiva para hacer rectificaciones o sugerencias durante las pruebas? ¿Se habla por igual a todo el mundo independientemente de su origen, sexo, orientación, expresión de género, color de piel, etc.?
  • Limitantes físicos: Hay que preguntar previamente si las personas que serán evaluadas tienen limitantes físicos o lesiones a tener en cuenta. Idealmente, no haremos decir en directo y ante el grupo cuáles son los limitantes físicos de las evaluadas y es recomendable ponerlo en nuestra ficha de evaluación para tenerlo en cuenta y, así, actuar en consecuencia con lo que exigimos.
  • Contacto físico: En el circo o en la danza es habitual que el profesorado tenga que tocar el cuerpo del aspirante para corregir alguna posición o ayudar. No solo está bien dar el espacio para que las personas puedan decir si se sienten o no cómodas con el contacto físico, sino que es responsabilidad de la persona evaluadora preguntar y/o dar la opción de hacerlo de alguna otra manera, velando así por las normas que operan en el contacto físico (también entre compañeres). Es un aspecto delicado que hay que abordar con mucho cuidado, y es por eso que, desde el inicio, tenemos que crear un espacio amable donde el consentimiento sea crucial, y donde sea fácil poder decir que no a algo sin represalias.
  • Pruebas extras: Hay que avisar previamente si, además de las pruebas marcadas como oficiales, se pueden pedir otras pruebas para comprobar el nivel o ver si podemos poner a la persona en un grupo más avanzado. Estas pruebas “fuera de programa” suelen generar más nervios y, por lo tanto, pueden ser susceptibles de generar miedo, frustración o, incluso, lesiones cuando no salen bien. Es importante encontrar un equilibrio entre seguridad y aprendizaje, permitiendo a cada persona explorar sus límites sin sentirse presionada o incómoda.
  • En las pruebas de improvisación o de carácter más teatral, hay que comprobar que las dinámicas que hacemos tengan un equilibrio entre buscar la desinhibición y, a la vez, no poner a las personas en una situación denigrante, sexualitzante u ofensiva. Del mismo modo, hay que poner normas claras si se pide contacto físico entre ellas o si tienen que interactuar con el público o el equipo de evaluación.

Recomendaciones para el alumnado

  • Infórmate o pregunta sobre cuáles serán las normas durante las pruebas.
  • Si tienes dudas sobre temas concretos, a pesar de que no aparezcan en las normas, no dudes en preguntarlos antes de hacer las pruebas.

Bibliografía