Violencia estética y gordofobia

Desde muchos centros de primaria y secundaria nos llegan demandas para trabajar violencias que tienen que ver con la estética y los rasgos diferenciales en torno al físico. Antes de trabajarlo con niños y jóvenes nos gusta hacerlo desde el mundo adulto: ¿hablo de dietas ante mis criaturas?, ¿doy importancia a mi peso y a lo que dice la balanza?, ¿tengo trabajados los temas de la gordofobia o los estereotipos?

Les personas adultas somos las primeras en reproducir las violencias (hacia los demás o hacia nosotros mismos) desde la mejor intención e incluso no somos conscientes de que sean violencias. Reproducimos violencias o sostenemos la cultura del culto en el cuerpo y el mito de la belleza.


El problema no son nuestros cuerpos: es el sistema

Es importante tener una perspectiva crítica e intentar desmontar algunos mitos en torno a la estética y la gordofobia. Pongamos un ejemplo de cómo poder plantearnos ciertos estereotipos:

¿Qué se esconde bajo la creencia popular “Es importante que nuestros niños no estén gordos”?

els cossos que no surten a les revistes també són bonicsBajo el discurso de la salud se validan estereotipos y gordofobia. Estar gordo/a no significa no estar sano, al igual que estar delgado/a no significa estarlo. Si nos interesamos tanto por la salud de las personas grasas, ¿por qué no nos interesamos también por su salud mental? Su salud física puede estar perfecta y, en cambio, los comentarios gordofóbicos, afectan la autoestima y refuerzan las violencias que sufren cada día para vivir en un mundo gordofóbico. Debemos tener cuidado también de no dar un doble mensaje: no sirve de nada si en casa intentamos respetar o valorar todos los cuerpos, si después fomentamos la gordofobia: ver hacer dieta, hablar de «he ganado kilos…», no comas eso que te engordará (priorizar engordar a la felicidad que nos puede aportar esa comida).

En una sociedad en la que damos mucha importancia a la apariencia: qué pasa si dejamos de hablar del tema. ¿Qué ocurre si cuando nos quitan el tema del físico lo llevamos a lugares más interesantes?

¿Qué factores debemos tener en cuenta?

Vivimo en una sociedad gordofóbica

Es necesario difundir el derecho a amar a nuestro cuerpo, pero no es suficiente, y se puede caer en el discurso grasofóbico del «amate, es una cuestión de actitud» que sitúa en las personas gordas la culpa y la responsabilidad individual de el amor y no el odio diario que sufren por sistema.

El Patriarcado

En la sociedad patriarcal en la que vivimos se nos exige cosas distintas si somos mujeres que si somos hombres y normalmente se da más valor a lo asociado con la masculinidad: priorizamos la fuerza ante la debilidad, la razón por delante de la intuición, el dominio del espacio público frente al dominio en el espacio familiar… Además a las mujeres se nos exige belleza, pero nunca se llega a tener suficiente. Es lo que se llama doble castigo (si una mujer se maquilla, puede ser criticada por hacerlo, pero si no lo hace, también puede ser criticada).

El Capitalismo y el consumo

La industria dietética genera anualmente 32.000 millones de dólares, la cosmética 20.000 y la cirurgía plástica en 2020 generó 12,58 mil millones de dólares. Estas industrias tienen mucho poder y su objetivo es hacer dinero, aunque esto implique jugar con la salud física y mental de las personas.

La Validación constante e instantánea de nuestra imagen (inmediatez de las redes sociales)

Generamos imágenes que queremos que nos definan y, por tanto, cuelguemos lo que consideramos lo mejor de nosotros. Pero estamos expuestas a la validación en forma de likes y de comentarios. Aunque no colguemos las fotos esperando nada, lo que aprendemos rápidamente es que hay ciertas fotos que cuando las cuelgo recibo rápidamente soporte. Así pues, por ejemplo cuando no estoy bien conmigo misma y necesito estímulo externo, cuelgo una foto donde salgo guapa para recibir likes. Pero sabemos que es un soporte efímero y poco real. Además genera dependencia. Mucha gente dice que cuelga más fotos de sí misma cuando está mal, ¿por qué crees que pasa?

También las fotos relacionadas con el físico recibimos más soporte que las relacionadas con lo que hacemos o lo que somos. Prueba a colgar una foto donde salgas guapo/a/e y una haciendo algo que te guste o te defina. Comprueba cuál recibe más apoyo.


violencia estetica una barbi sense maquillar

La Publicidad: belleza inalcanzable 

Nos recuerda que nunca somos lo suficiente, que siempre debemos buscar un modelo de belleza que es inalcanzable. Además genera referentes que no pueden conseguirse y genera frustración.


«La función de la publicidad es destrozar la autoestima de los sujetos para vendérselas luego por pedacitos.»  Magdalena Piñeyro en su  libro «Stop Gordofòbia»

Estética / Moral / Salud

Como dice Magdalena Piñeyro en sus libros la gordofobia se sustenta en estos 3 pilares:

Salud: consideramos lo que es delgado y no lo gordo. Si una prima se adelgaza, le preguntamos si está bien, en cambio, en las grasas se les anima a adelgazar.

Moral: las gordas son responsables de su situación. Ser gorda es para la sociedad una desobediencia imperdonable.

Estética: Nos ponen unos criterios de belleza que son inalcanzables. La cultura y la comunicación tienen un reto pendiente: crear nuevos paradigmas.

La no aceptación de la diferencia

Vivimos en una sociedad donde se tolera poco la diferencia, de todo tipo. En los entornos educativos no suelen ser muy celebradas. Se tiende a la uniformidad por no recibir violencia o ser marginado. ¿Cómo empoderamos a las disidencias y cómo fomentamos la tolerancia?

«Hay una diferencia entre romper la norma y  agrandarla. Agrandar una norma implica que más gente quepa dentro de ella (aunque siga habiendo gente fuera de ella); romper la norma es romperla de raiz para que no haya nadie ni fuera ni dentro.» Magdalena Piñeyro en su libro «Stop Gordofòbia»

Otros recursos

¡Aprovechamos para dejaros algunos recursos muy interesantes en torno al tema:

Bibliografía: 

Guías:

Artículos

Activismo en redes: 

Series

 “¿Cuántas novelas son protagonizadas por gordas? ¿Cuántos cuentos o canciones? ¿Cuántas películas? ¿Cuántos programas de televisión están conducidos por personas gordas? ¿Cuántas periodistas gordas dan las noticias o trabajan como reporteras en los noticieros? ¿Cuántas escritoras gordas podríamos nombrar ahora mismo?” Y si no se nos queda cara de susto al darnos cuenta que la respuesta es CERO, sigue recordándonos que la discriminación laboral, la discriminación sanitaria, el bullying escolar/acoso callejero o la humillación pública y el rechazo afectivo-sexual no son situaciones aisladas que nos sucedan a gordas sueltas, sino un cúmulo de mecanismos de actuación eficientemente estructurado, que limita nuestra capacidad de movimiento y nos convence desde la más tierna infancia que no tenemos escapatoria: o sucumbimos a perder volumen, o nuestras palabras se quedarán sin él. Qué hartitas estamos ya de comer tanta mierda… María Unanue a Pikara Magazine

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(Ilustración del libro  Operación bikini” de Júlia Barceló y Camille Vannier.